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Poema ganador VI Premio Nacional de Poesía "Poeta de Cabra", 2018

AMARGO SOLO amargo solo sobre el cielo de la boca tu nombre : así es como estoy yo sin ti, amor, con el mismo dolor de siempre. sin embargo, incansables, nos dirigimos al encuentro del momento aquel en el que algún hombre se empeñó en dictarnos y en ciertos sitios y a ciertas horas, solos volvemos al camino donde la bala entre los labios y el hueco en la sien : solo tenéis que mirar cuánto dolor hay ahí afuera y aún así, aun llegado a ese punto, no sabemos realmente qué coño decir y lo peor de todo es que a muchos de nosotros nos concierne : no se puede estar con una mano agarrando la teta de una puta y con la otra vigilando la cartera. confieso, inútilmente, que yo no he venido a este mundo para ser carnaza de nada, ni de nadie. —digamos que no soy de esos que por naturaleza rechaza a las flores, sino que me gustan aquellas que crecen al borde de la locura— ; bueno, y si no os gusta lo que oís, lo diré

Poema ganador V Premio Nacional de Poesía "Poeta de Cabra", 2017


BIOQUÍMICA


I


Porque el agua no se detiene atravesando estados

sino en la débil ocupación de cada cuerpo,

amo tener la boca,

aún pequeña,

de un pez.





Sé que este aliento brotó a mi lado

en las estrellas.






Después de tantas formas,

a veces sangre,

de tantas lluvias hacia mi frente,

ésta podría ser nieve caminando la noche

o el magma y brillante carbono que fue

o la misma luz que abandonó

vergonzosa el labio de un dios

a la distancia justa en el sistema

para beber los mares,

o un cielo rojo, virgen ponzoña

para volver incesante su voluntad al nacimiento

con el dulce testimonio de haber existido,

de que una de sus manos

por fin haya sido medio para la vida

aún por conocerse.






Pero habito arena

y mi cráneo es un secreto.





No olvidemos que hay algo

del sudor de Rimbaud,

de la bilis de Lorca,

del semen de Whitman

en todos nosotros:






Préstamos inundados saciando

al enemigo.






Y cuando lacre mis bordes:

regad las flores de las que tanto hablo

y nunca he visto,

recordad que morir es darse un baño

al igual que nacer,

escribid mi nombre






junto a gotas azules.







II


El frío, ya esta última noche,

descubre los pasos o puentes,

y seguirá siendo más necesario que ayer

como ejemplo de lo inolvidable.






La materia,

                       de hecho,

tiene la importancia

de saber su lugar,

pero no el camino.




© Andrés París Muñoz

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